Extravagante, polémica y única. Así es Stefani Germanotta. Y así tenía que ser"Fame", el nuevo perfume de Lady Gaga. La excéntrica cantante está de doble estreno: su nueva fragancia y la película que Steven Klein ha hecho para la campaña publicitaria de "Fame".Steven ya trabajó anteriormente con la artista, dirigiendo su videoclip "Alejandro". Por eso al ver el spot, reconocemos esa oscuridad y limpieza en su imagen, esa estética y ese toque de surrealismo propio de la estrella.
Gaga ha trabajado con Haus Laboratories y Coty para la creación de su esencia, además de haber colaborado con Nick Knight, solicitado y respetado fotógrafo del mundo de la moda, para la creación del diseño de la botella.
Esta vez la diva puede seguir presumiendo de exclusividad. Si nos sorprendían sus vestidos de carne y sus tacones sin tacón, ahora ostenta el honor de haber creado el primer perfume negro de la historia. La magia de "Fame" es que en contacto con el aire y la piel, el líquido se vuelve totalmente transparente gracias a la tecnología "Black-to-clear".
Pero ahí no acaba la cosa, no sólo el diseño es original, sino que su composición olfativa es muy especial. La estructura de los perfumes suele ser piramidal (primero las notas más fuertes y luego las más suaves), pero el perfume de Lady Gaga rompe de nuevo las normas: posee una estructura única llamada "push-up technology" dónde los ingredientes se mezclan entre ellos sin ningún orden, pero con un acabado armonioso.
Las tres premisas del aroma son contradictorias, igual que la estrella: oscuridad, sensualidad y luz. La parte oscura viene dada por la Belladona, una planta mortal que se suponía utilizada por las brujas en la Edad Media. La sensualidad se lo aporta el albaricoque, el azafrán y gotas de miel sagradas. Y para finalizar, la luz puede atisbarse con los pétalos de peonia y el corazón aplastado de una orquídea atigrada. Una fragancia insólita que tiene como resultado final un aroma floral y afrutado, único en su especie, como la cantante.
Las tres premisas del aroma son contradictorias, igual que la estrella: oscuridad, sensualidad y luz. La parte oscura viene dada por la Belladona, una planta mortal que se suponía utilizada por las brujas en la Edad Media. La sensualidad se lo aporta el albaricoque, el azafrán y gotas de miel sagradas. Y para finalizar, la luz puede atisbarse con los pétalos de peonia y el corazón aplastado de una orquídea atigrada. Una fragancia insólita que tiene como resultado final un aroma floral y afrutado, único en su especie, como la cantante.
