Esta fragancia fue lanzada en la misma época que comenzaba el milenio con todos los rumores del fin del mundo.
A primera vista podemos ver un envase que llama la atención por sí sólo. Su forma cilíndrica color metalizado mate con un grabado que deja a la vista el cristal donde se encuentra la fragancia.
Los envases de perfumes en las últimas décadas se han considerado como un elemento más que atrae al consumidor. Por eso el empeño por colocar la imagen de la fragancia también en su envase.
Algo especial de este envase es que el tapón se une al frasco a través de un imán.
Está compuesto por hojas cítricas, especies exóticas, étalos de gardenia, sándalo, Incienso
y Musk.
Acompañado por su versión femenina, 212 Carolina Herrera Fem, se puede ver las publicidades en New York.